Dia 4: Dios cura tus heridas
- conectarte con Dios
- May 8, 2023
- 3 min read
Updated: May 8, 2023
Devocional de estudio y oración: El poder liberador del PERDÓN.
Dia 4: Dios cura tus heridas
Recuerdo cuando era pequeña y me caía y me raspaba la rodilla. Sabía que eso significaba que el temido tratamiento con agua oxigenada no tardaría en llegar, pero lo posponía todo lo posible porque ¡pica muchísimo! Por mucho que razonara, nunca conseguía que me lo echaran una sola vez sobre la herida. Siempre había que repetirlo hasta que quedara limpio, y soplar sobre él sólo me aliviaba un poco. No era una experiencia agradable, pero sí necesaria para la curación.
Al igual que la curación de una rodilla raspada, sabemos que la curación de las ofensas pasadas no es instantánea. Normalmente, cuánto más grande y profunda es la herida, más largo y doloroso es el proceso de curación. Para que podamos sanar completamente y ser capaces de perdonar libremente, necesitamos una ayuda que sólo viene de Jesús.
Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas. Cuenta las estrellas y llama a cada una por su nombre. ¡Qué grande es nuestro Señor! ¡Su poder es absoluto! ¡Su comprensión supera todo entendimiento!
Salmos 147:3-5 NTV
Entregar nuestro dolor a Dios le permite comenzar a limpiar la amargura y la ira que, de otro modo, podrían supurar en nuestro interior y propagar la infección por toda nuestra vida. Puede ser increíblemente difícil para nosotros volver a ver las heridas del pasado. Pero cuando dejamos que Dios entre en esos espacios que nos duelen, Él nos ayudará a liberar nuestro resentimiento y nos dará la fuerza para perdonar.
Mientras trabajamos con el dolor, podemos mostrar nuestros verdaderos sentimientos a Dios. Él puede manejar nuestras emociones, ya sea de rabia o de dolor. Él quiere escuchar de nosotros nuestra vida, incluso cuando es fea e imperfecta. Podemos gritarle o llorarle. Podemos pensar las palabras que no nos atrevemos a decir o gemir las que no sabemos decir. Podemos escribir nuestras oraciones o cantarlas a pleno pulmón. Sea cual sea el método de comunicación que elijamos, Dios sólo quiere estar ahí.
Como una rodilla raspada que se endurece al cicatrizar, Dios nos hace más fuertes al curarnos. Él construye nuestra perseverancia y le da un propósito a nuestro dolor. Aunque nuestras heridas pueden dejar cicatrices que se convierten en una parte de nuestra historia, son parte de nuestra identidad. Podemos dejar ir nuestro dolor, pedirle a Dios que nos sane y elegir perdonar.
Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo. Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros.
2 Corintios 1:3-4 NTV
TRABAJO PERSONAL
Haz una pausa para revisar algo que te cuesta perdonar. Piensa en cómo te hizo sentir, en lo que crees de ti mismo como resultado, y en cómo ha impactado en tus relaciones. Luego declara que ya no tiene poder sobre ti y que está perdonado, pide a Dios que te ayude a sentirlo en tu corazón y que te cure cada herida.
Si éste fuese tu ultimo día de vida ¿con quien necesitas ponerte a cuentas? Pidele al Espiritu Santo que te ayude a recordar. ¿Cuál persona te ha lastimado y llevas resentimiento en ti? Escribe en tus notas.
Lee cada versiculo de éste día e intenta aprendertelo y busca como puedes aplicarlo a tu vida desde hoy.
ORACIÓN
Amado Padre, gracias porque nos das una nueva oportunidad de estar contigo por la eternidad, sabemos que debemos ser obedientes a tus mandatos y por eso te pedimos, en el nombre de Jesucristo, que nos ayudes a sanar nuestras heridas, que nos ayudes a perdonar a quienes nos han ofendido, queremos estar contigo en la eternidad y por eso decidimos perdonar a quienes nos han ofendido, no deseamos llevar más esa carga de odio, rencor o resentimiento que nos intenta arrastrar a un mundo de dolor y miseria, sabemos que tienes lo mejor para nosotros y que depende de nosotros mismos aceptar esas ricas bendiciones, gracias Padre por tu paciencia y amor, en el nombre de Jesús, Amén.

Comentários