La perspectiva positiva de tu desierto

Una perspectiva positiva para tu desierto:

Un desierto espiritual no tiene que ser un tiempo negativo si estamos ansiosos a obedecer a Dios. Yo sé que esto suena como algo sin sentido, pero el propósito del desierto es bastante positivo: el de adiestrar, purificar, fortalecer, y prepararnos para una nueva acción del Espíritu de Dios, resultando en que seamos más fructíferos.

Sin darse cuenta, al entrar en el desierto, muchas personas entran en pánico y se comportan sin sabiduría. Al no entender, buscan y hacen las cosas equivocadas. Un ejemplo podría ser un cambio radical en la carrera de estudio o cambiar de una iglesia a otra, una movida drástica en sus vidas que ellos piensan que traerá felicidad instantánea o restaurará las cosas a la normalidad. Para una persona soltera, podría ser saltar de una relación a otra después de la herida causada por una separación dolorosa.

Recuerda cómo el Señor tu Dios te guio por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos.

Deuteronomio 8:2 NTV

Si buscas una ruta de escape antes de entender por qué Dios te ha puesto en una situación desértica particular, inconscientemente estarás prolongando tu tiempo en el desierto. Esto puede causar más sufrimiento, frustración e incluso derrota, porque tú no entiendes la temporada o el lugar al cual Dios te ha conducido.

Este fue el caso de los hijos de Israel durante sus 40 años en el desierto. Lo que iba a ser un año de viaje en el desierto, se convirtió en la experiencia de toda una vida. Eso duele. La falta de entendimiento de lo que les estaba pasando causó que toda una generación no estuviera preparada para heredar la Tierra Prometida.

Cuando por fin el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los guio por el camino principal que atraviesa el territorio filisteo, aunque esa era la ruta más corta a la Tierra Prometida. Dios dijo: «Si los israelitas llegaran a enfrentar una batalla, podrían cambiar de parecer y regresar a Egipto». Por eso Dios los hizo dar un rodeo por el camino del desierto, hacia el mar Rojo. Así los israelitas salieron de Egipto como un ejército preparado para la batalla.

Éxodo 13:17‭-‬18 NTV

El propósito de Dios de dirigir a los hijos de Israel en el desierto era el de probarlos, entrenarlos y prepararlos para ser unos guerreros poderosos, capaces de capturar y ocupar Su promesa divina: una nueva tierra. Pero en lugar de eso, los hijos de Israel percibieron erróneamente al desierto como un castigo, de tal manera que ellos murmuraban, se quejaban y codiciaban constantemente.

Sin embargo, Dios no se agradó con la mayoría de ellos, y sus cuerpos fueron dispersados por el desierto.

1 Corintios 10:5 NTV

¡Que trágico! Si podemos entender a reconocer cuando hemos entrado en una experiencia de desierto, podemos evitar el quejarnos y ser agradecidos de que más allá de este lugar está la “Tierra Prometida” de una nueva madurez, poder, bendición, oportunidad y promesa cumplida.

¿Como has visto tu temporada en el desierto?

Basado en el devocional de John Bevere, Dios donde estás?