Dia 2: Y porque debo perdonar?
- conectarte con Dios
- May 4, 2023
- 3 min read
Devocional de estudio y oración: El poder liberador del PERDÓN.
Dia 2: Y porque debo perdonar?
El perdonar es una de las acciones más difíciles que tenemos que llevar a cabo. Generalmente, las razones por las que tenemos que perdonar a alguna persona son porque ha hecho algo que nos ha afectado, nos ha herido, nos ha causado un mal. Así es que, en lo más íntimo de nuestro ser se levanta esa mano que nos aguanta para que no perdonemos.
¿Por qué tengo que perdonarle? ¿Por qué debo ser yo quien se mueva a misericordia, después de lo que me ha hecho? Así vagamos de un pensamiento a otro mientras lidiamos con esa vocecita interna que nos dice que tenemos que perdonar. A mayor ofensa mayor lucha por hacer lo que Dios nos llamó a hacer. Su mandato es claro para los que somos Sus hijos.
Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores.
Mateo 6:12 NVI
Son las palabras del que nos amó de tal manera que puso Su vida para perdonar nuestros pecados y darnos salvación y vida eterna. “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Ef. 1:7). Un perdón inmerecido, una gracia abundante, un amor sin condición. Así nos ama el Señor, quién no solo perdonó nuestros pecados sino que continúa perdonándonos día tras día.
Es Cristo quien nos llama a perdonar a otros así como Él nos perdona. Se trata de hacer su voluntad aun cuando no sea tan fácil para nosotros el hacerla. Pienso que cada una de nuestras experiencias de vida pueden ser muy diferentes unas de otras, pero siempre vamos a llegar al mismo punto cuando se trata de perdonar. No hay ninguna cláusula que nos exima de hacerlo, no hay excepciones.
Aunque sea cuesta arriba, aunque demande de nosotros más de lo que creemos que podemos dar, no tenemos excusa ante Aquel que nos amó y se dio a Sí mismo para perdonarnos. La razón es que lo que necesitamos para poder perdonar ya lo tenemos. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. Dios nos ha capacitado para que podamos perdonar y no nos ha dejado a nuestras expensas.
Dios nos ha dado Su amor. Nos ha equipado con una herramienta poderosísima que nos permite cubrir el agravio y perdonar al ofensor. Por lo que tenemos que saber con gran certeza que Dios no nos está pidiendo que perdonemos desde nuestra humana insuficiencia, sino desde Su divino amor que ya habita en nosotros. Es desde la suficiencia de ese amor que Dios nos da la capacidad de perdonar.
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" (Mateo 6:14-15).
La realidad es que todos estamos heridos. Todos tenemos heridas que colorean la forma en que vemos el mundo y nos hacen responder de la manera en que lo hacemos. Pero no podemos usar nuestras heridas como excusa para un mal comportamiento. No cuando Dios está esperando pacientemente que le entreguemos nuestro dolor, para poder sanarnos.
Lidiar con viejas heridas, por nuestra cuenta, puede ser abrumador. Las palabras y acciones hirientes, tanto grandes como pequeñas, pueden acumularse en algo aparentemente insuperable. ¡Pero la verdad es que nada es imposible para nuestro Dios!.
TRABAJO PERSONAL
Tomate unos minutos y Elige una sola cosa que te haya costado perdonar y tenla presente y si quieres anotala. Puede que necesites seguir este proceso varias veces para trabajar todas tus heridas, pieza a pieza y capa a capa. No tienes que hacerlo todo a la vez. Comienza con algo pequeño y sigue con tus heridas más grandes.
En el transcurso de éste devocional vas a ir aprendiendo cómo perdonar eso que te ha costado hacerlo.
ORACIÓN:
Amado Padre, gracias por esa muestra tan grande en la Cruz, sabemos que nos amas tanto que diste a tu Hijo para que tomara nuestro lugar, perdónanos, en el nombre de tu amado Hijo te lo pedimos, si hemos sido arrogantes y esa arrogancia nos ha llevado a creernos superiores a Jesús, ayúdanos a perdonar de corazón a quienes nos han ofendido así como tu Hijo nos mostró que debemos hacerlo, en el nombre de Jesús, Amén.

Comments