MUJER SABIA, DIA 11: HABLA PALABRAS DE VIDA
- conectarte con Dios
- Apr 12, 2023
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Updated: Apr 13, 2023
DEVOCIONAL DE ESTUDIO Y ORACIÓN: MUJER SABIA
DIA 11: HABLA PALABRAS DE VIDA
Hemos hablado mucho de este tema de la lengua porque, como mujeres al fin, en nuestras vidas abundan las palabras, pero no siempre son palabras de vida. Lee con atención este proverbio:
<Muerte y vida están en poder de la lengua,y los que la aman comerán su fruto»(Prov.18:21).
Por qué decimos que la lengua puede traer vida o muerte si en realidad es imposible matar a alguien usando la lengua? Bueno, no podemos hacerlo en el sentido literal; sin embargo, no hay nada que hiera más que las palabras. Piénsalo. Un golpe nos duele en el momento y quizá incluso tengamos que tomar algún medicamento. ponernos una venda, un yeso o en el peor de los casos, someternos a una cirugía. Sin embargo, con el tiempo nos recuperamos.
No sucede igual con las palabras.Pasan semanas,meses y hasta años,pero cierta frase o comentario sigue con nosotros, o con la persona a quien se lo expresamos. En lugar de animarlo, levantarlo o edificarlo, nuestras palabras mataron el sueño, la ilusión o el propósito de quien las recibió. Tal es así que muchas veces nos hacen comentarios positivos y luego no los recordamos. No obstante, a menudo un solo comentario negativo es suficiente para desanimarnos y, en algunos casos,hasta paralizarnos.
El Señor Jesús nos hace una seria advertencia, y seremos sabias si no la olvidamos: ‘Les digo lo siguiente: el día del juicio,tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho’(Mat. 12:36 NTV).
Palabras inútiles, es decir, palabras que no traen nada productivo. ¿Para qué decirlas entonces?
En su carta a los efesios, el apostol Pablo nos da el siguiente mandato: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”(Ef.4:29).
Nuestras palabras tienen que ser dichas con un objetivo, el de edificar o levantar a quienes las escuchen. Deben producir vida y no muerte.
Como sabemos, la vida cristiana es una carrera donde vamos perseverando mientras Dios, como un entrenador tenaz, nos hace practicar una y otra vez los mismos ejercicios hasta que por fin los dominemos.
Cada una de nosotras tiene su propia lucha. A Pablo el apóstol también lo agobiaban sus luchas, pero la respuesta que Dios le dio a él es la misma que nos da hoy a ti ya mí. Lee detenidamente estas palabras:«Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades,para que el poder de Cristo more en mí[...];porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”(2 Cor. 12:9-10).
No me amedrentaré ante esta debilidad; más bien dejaré que Dios la use para perfeccionar Su poder en mí y acudiré a Su gracia para poner centinela a mi boca, refrenar mi lengua y recordarle al enemigo que la victoria es nuestra porque, aunque podamos perder algunas batallas, Jesús ganó la guerra.
Ya sea que te consideres una persona muy habladora o no, decide ser sabia con tus palabras. Refrénalas, escógelas bien, sazónalas para que sean cordiales y agradables, úsalas para dar vida porque el «corazón del sabio enseña a su boca...»(Prov.16:23a).
Oración:
Señor, perdóname. Tantas y tantas veces no he refrenado mis palabras, no las he escogido y tampoco he dado vida con ellas. Sé que pudiendo edificar, he destruido; que en lugar de dar ánimo he desanimado o herido. Se que en ocasiones mis palabras han incitado el conflicto. Perdóname. Quiero ser una mujer sabia que con sus palabras produzca vida. Que use mi lengua para edificar, para animar, para sanar y para traer la paz, Dame sabiduría, Dios! ¡La necesito tanto! Ayúdame a tener dominio propio, Espíritu Santo. Que mis palabras sean de bendición y que sepa morderme la lengua para refrenarlas. Líbrame de hablar cuando no sea necesario y dame valentía para hacerlo cuando sea oportuno. Te alabo porque tú nos das palabras de vida, y nos regalas tu Palabra viva para cambiar nuestras mentes y corazones.
iGracias! En el nombre de Jesús, Amén.
TRABAJO PERSONAL:
lee el proverbio 21:23. Estas de acuerdo? Puedes recordar una experiencia en particular en la que hayas vivido éste principio?
Nuestras palabras pueden producir diferentes resultados. Lee los siguientes pasajes y anota cuales: proverbios 11:11; 13:2a; 10:32; 12:25; 25:15b; 12:18; 15:4; 15:1
¿Qué caracteriza más tus palabras? ¿Cuáles de esos resultados vas a cambiar de ahora en adelante? memoriza el versiculo que te sirva de apoyo.
Basado en MUJER SABIA de Wendy Bello

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