Has recibido malas noticias?

HAS RECIBIDO MALAS NOTICIAS?

Podemos definir como mala noticia “cualquier noticia que altere drástica y negativamente la visión que una persona tiene de si misma y de su futuro”.

Las malas noticias nos afectan debido a que interfieren directamente con las percepciones que tenemos. Al mismo tiempo la absorción de malas noticias genera estados emocionales negativos, como la depresión, el estrés, la ansiedad y el miedo.

¿cómo debemos reaccionar ante una mala noticia? lo primero es comenzar a orar y hacerlo varias veces al día. Cada vez que venga a tu corazón y a tu mente la mala noticia ¡ora! ruega por el consuelo divino de Dios y Su gracia para hacerse cargo de esta situación.

Ora por sabiduría para tomar decisiones. Busca personas adecuadas que te puedan ayudar a orar y te acompañen en el proceso, muchas veces lo que se necesita es saber que no se está sola enfrentando la situación.

La Palabra de Dios enseña que somos más que vencedores (ver Romanos 8:37) y cree que eso es cierto. Esto significa que podemos saber incluso antes de que comience la dificultad, que al final, tendremos la victoria y Dios nos consolará durante todo el proceso. Él nos habilitará, nos fortalecerá y nos sostendrá en cada paso del camino. Sí, lloramos, sentimos un dolor inimaginable, y podemos confundirnos y hacer preguntas que no se pueden responder en ese momento, pero a pesar de todo, ¡Dios está allí, dándonos la seguridad de que somos amados!

Siempre recuerda que el Señor permite que vivamos cierto procesos o pruebas para hacernos fuertes, formar nuestro carácter y para que lo busquemos de corazón. Muchas veces esas malas noticias o pruebas han sido el resultado de decisiones que hemos tomado bajo emoción, en nuestras fuerzas o simplemente fuera de Dios y su voluntad. Otras veces son circunstancias que en nuestra humanidad no podemos entender pero que reconocemos que Dios tiene un objetivo celestial.

Responde lo siguiente:

Has recibido malas noticias? Estás viviendo malas noticias en este momento? ¿Cuál ha sido tu actitud frente a las malas noticias? has buscado a Dios o simplemente te has quedado en la derrota?

Tomate unos minutos para responder y contarle a Dios como te sientes...

PALABRA DE PODER

Que debemos hacer cuando recibas malas noticias o al estar viviendo un momento de malas noticias? Tu tienes un arma muy poderosa en tus manos y es renovar tu mente a través de la palabra de Dios, es decir, declarar las promesas de Dios para tu vida, declarar que hay vida en ese valle de huesos secos, declarar que todo va a estar bien y que todo obrará para bien, guarda en tu corazón y graba en tu mente lo siguiente:

Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría. Salmos 94:19 NTV

Ellos no tienen miedo de malas noticias; confían plenamente en que el Señor los cuidará.. Salmos 112:7 NTV

Jesús dijo: Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo. Juan 16:33 NTV.

Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. Romanos 8:37 NTV

Oración:

Padre, por favor consuela a todas las personas que están sufriendo hoy. Tú eres quien nos consuela en nuestra aflicción, y confiamos en que Tú nos darás gracia y más gracia para mantenernos firmes, incluso en medio de la tragedia.

Te pido Seño3qr que me consueles, que me fortalezcas, que me llenes de tu gozo y paz mientras atravieso la tormenta. Sólo en ti puedo confiar, sólo en tí mi Jesús puedo encontrar lo que necesito para superar las duras pruebas de la vida

Hoy reconozco que soy una guerrera esforzada y valiente, que soy escogida, soy hija de Dios, soy la niña de tus ojos mi Dios, soy una princesa, soy amada, perdonada, liberada y justificada por la muerte de Jesús en la cruz.

Gracias Dios porque desde hoy no tendré temor de las malas noticias porque tú estás a mi lado, tú guías mis pasos, tú alientas mi vida y me fortaleces, porque ya tengo la victoria en Cristo Jesús. En el nombre de Jesús, Amén.

Basado en: devocional MI TIEMPO CON DIOS DE JOYCE MEYER