Día 53: Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida. Salmo 119:93

Son los mandamientos de Dios los que nos guían y nos mantienen a salvo, escudriñar su palabra y buscar con todas nuestras fuerzas cumplir con ellos, blinda nuestros caminos contra la intervención de cualquier enemigo que nos quiera dañar, nos alerta de los peligros a los que estamos expuestos y nos enseña a conocer a nuestros enemigos para poder triunfar y ganar la batalla.

Los mandamientos nos fueron dados para guiarnos detalladamente en todo lo que Dios sabe que debemos mantenernos bajo su instrucción y en los comportamientos más críticos que controlan a un ser humano, cada uno tiene aplicaciones diferentes que durante cada uno de nuestros pasos, tenemos la necesidad de aplicar.

Hoy es importante que entendamos que mientras más anhelemos seguir esos preceptos o mandamientos más vida vamos a tener, y esto significa, felicidad, estrategias, sabiduría, prosperidad, todo lo que necesitas para vivir, Dios no solo te da la vida para que estés aquí, te da la vida para que la vivas en plenitud y que contagies a otros y enseñes a otros de lo que Él te ha dado.

Oremos: Amado Dios, te necesito, hoy más que nunca, necesito entender tus mandamientos, aplicarlos, llevarlos tatuados en mi alma, que podamos servirte con todo lo que tenemos y que entendamos los límites que tu nos has puesto y que nos mantienen seguros de todo lo que pueda venir. Quedo en tu dulce presencia y te pido que me guardes y me cuides, que estés conmigo en cada paso y que aprenda a conocerte cada día más. En el nombre de Jesús.