Dia 1: Por ti misma
- conectarte con Dios
- Oct 14, 2024
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Updated: Oct 14, 2024
UN CAFE CON JESÚS Y UNA ORACIÓN POR EL ESPOSO
Basado en El poder de la esposa que ora y su guia de estudio, por Stormie Omartian
DIA 1: POR TI MISMA
REFLEXIONA:
Lo difícil de ser una esposa que ora, exceptuando el tiempo sacrificado, es mantener un corazón puro. Tiene que estar limpio delante de Dios, que no peques, para que puedas ver buenos resultados. Por este motivo es que orar por el esposo tiene que comenzar con la oración de la esposa.
Si tienes resentimientos, enojo, falta de perdón, o una actitud impura, aunque haya un buen motivo para ello, tendrás dificultades para ver respuesta a tus oraciones. Pero si puedes entregarle esos sentimientos a Dios con toda honestidad y luego moverte en oración, no hay nada que pueda cambiar más dramáticamente el matrimonio. En ocasiones las esposas sabotean sus propias oraciones porque no oran con un corazón correcto.
¿Quieres saber cuál es la oración más frecuente y favorita de las esposas? pues es: CAMBIALO, SEÑOR
Pero, no es así de sencillo!! porque debemos comprender que ellos jamás se ajustarán a nuestra imagen, que creemos que es la correcta, y mucho menos creer que podemos hacerlos cambiar a nuestra manera. Es por esto, que debemos dirigirnos a Dios para que sea Él el que empiece a hacer los cambios. Y la primera persona que debe ser restaurada y cambiada eres tú misma, Dios ve cosas que nosotros no vemos, El conoce donde tenemos que mejorar. Por eso, nuestra oración deberá ser: CÁMBIAME SEÑOR!! y así podré cambiar mi entorno.
El morir a uno mismo siempre es doloroso. Es especial cuando estás convencida de que la otra persona necesita cambiar más que tú. Pero este tipo de dolor te lleva a la vida. La otra opción es igual de dolorosa y su final es la muerte de un sueño, una relación, un matrimonio y una familia. Dios puede resucitar un matrimonio que está muerto, pero requiere que nosotras nos humillemos ante Él y que deseemos vivir a su manera: perdonando, siendo bondadosas y dando amor. Significa dejar ir el pasado y todo el dolor asociado con este y estar dispuestas a perder la discusión para poder ganar la batalla. No estoy diciendo que tienes que volverte una persona carente de personalidad, sentimientos o pensamientos propios, o permitir que tu esposo te azote a su antojo, (De hecho, si te encuentras en cualquier tipo de peligro físico o emocional, aléjate de inmediato de esa situación y ve a un lugar seguro donde puedas recibir ayuda. Tú puedes orar desde allí mientras él recibe la ayuda que necesita). La sumisión es algo que ofreces de corazón, no algo que se demanda de ti. Jesús dijo. “El que encuentre su vida, la perderá y el que la pierda por mi causa, la encontrará” (Mateo 10:39) Pero entregar tu vida es algo que haces voluntariamente, no algo que se recibe de ti a la fuerza. Lo que estoy diciendo es que la actitud tiene que ser: “Lo que tú desees, Señor. Muéstramelo y yo lo haré”. Significa estar dispuesta a morir al yo y decir: “Cámbiame Señor”
Algo increíble sucede en nuestros corazones cuando oramos por otra persona. La dureza se disipa. Podemos ir más allá del dolor, y perdonar. Incluso terminamos amando a la persona por la que estamos orando. ¡Es milagroso! Sucede porque cuando oramos entramos a la presencia de Dios y Él nos llena con su Espíritu de amor. Cuando oras por tu esposo, el amor de Dios hacia él, crecerá en tu corazón. No solo eso, encontrarás amor creciendo en su corazón para ti, sin él ni saber que estás orando. Esto se debe a que la oración es el lenguaje primordial del amor. El resultado de orar por tu esposo hará que seas más amorosa en tus respuestas, podrán ponerse de acuerdo más fácilmente sin discutir, los temas de rencor podrán disiparse y tu esposo sentirá el amor de Dios obrando en tu vida.
¿Has estado alguna vez tan enojada con tu esposo que lo último que deseabas hacer era orar por él? Yo también. Es difícil orar por alguien cuando estás enojada o esa persona te ha herido. Pero eso es exactamente lo que Dios desea que hagamos. Si Él nos pide que oremos por nuestros enemigos, ¿Cuánto más debemos nosotras orar por la persona con quien nos hemos convertido en una y a la que se supone que amemos? ¿Pero cómo podemos pasar la falta de perdón y la actitud de crítica? Para poder derrumbar las paredes en nuestros corazones y destruir las barreras que detiene la comunicación, tenemos que ser completamente honestas con el Señor acerca de nuestros sentimientos. No tenemos que “arreglarlos”. Él conoce la verdad y desea ver si estamos dispuestas a admitirlo y confesarlo como desobediencia a sus caminos. Si es así, Él tiene entonces un corazón con el cual puede trabajar.
Si estás enojada con tu esposo, díselo a Dios. No dejes que se convierta en un cáncer que crece cada día que pasa. No digas “Yo voy a vivir mi vida y dejar que él viva la suya”. Hay un precio que pagar cuando actuamos completamente independientes el uno de otro. “En el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer” (1 Corintios 11:11). Debes decirle al Señor, que no deseas orar por este hombre, confiesale cada emoción negativa que tienes contra tu esposo y pídele perdón a Dios por esas emociones, pídele también que te dé un corazón amoroso y una nueva actitud sin importar las acciones o actitudes de las personas.
Si tu esposo no es creyente, tú ya sabes cuánto bien hace el seguir hablándole sobre el Señor, si él no respondió cuando lo hiciste las primeras veces. No quiere decir que no puedas decirle nada, pero sí lo que tú dices él lo recibe con indiferencia o irritación, el próximo paso es mantenerse callada y orar. La Biblia dice que la esposa puede ganarse al esposo sin palabras, porque el comportamiento que él observa en ella dice más que sus palabras. “De modo que si alguno de ellos no creen en la palabra pueden ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa” (1 Pedro 3: 1,2).
Pídele al Señor que te muestre cómo hacer de tu hogar un refugio seguro que edifique a tu familia; un lugar donde fluya la creatividad y la comunicación sea continua y que te ayude a mantener tu casa limpia, la ropa lavada, la cocina en orden, la alacena y la nevera llena y las camas hechas. Estas son cosas básicas por las que el hombre puede que no felicite a su esposa por ellas todos los días (o nunca) él notará si no están hechas.
Ahora pregúntate: “¿Qué estoy haciendo para lucir más atractiva para mi esposo?” ¿Me mantengo limpia y con un olor agradable? ¿Me aseguro de que mi ser interior esté limpio y rejuvenecido con ejercicios regulares? ¿Conservo mi fuerza y vitalidad con una dieta saludable? ¿Me visto de forma atractiva? Y más importante: Paso tiempo a solas con Dios cada día? Yo te garantizo que mientras más tiempo pases con el Señor, más radiante lucirás. “Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza” (Proverbios 31:30)
No puedes darte el lujo de no estar atenta a los anteriores detalles, Ora para que Dios te muestre qué pasos debes tomar y luego te capacite para tomarlos. Invita al Espíritu Santo a que more en ti y en tú hogar.
Es interesante que Dios requiere que el esposo ame a su esposa, pero a la esposa le requiere que respete a su esposo. “ en todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo” (Efesios 5:33).
Yo supongo que ninguna mujer se casaría con un hombre que ella no ama, pero muy a menudo una esposa pierde el respeto por su esposo después que ha estado un tiempo casados. La pérdida del respeto parece preceder a la pérdida del amor y le hace más daño a un hombre de lo que nosotras creemos. Las consecuencias de perder el respeto al esposo pueden ser muy serias.
Cuando estás orando por ti misma, recuerda este modelo de buena esposa de la Biblia, proverbios 31. Dice que ella cuidaba de su casa y la dirigía bien. Sabe cómo comprar y vender y toma decisiones sabias. Ella se mantiene saludable y fuerte y se viste atractiva; trabaja con diligencia y tiene habilidad para comerciar.
Ayuda a los necesitados y se prepara para el futuro. Contribuye a la buena reputación de su esposo. Es fuerte, firme, honorable y no tiene temor de envejecer. Habla con sabiduría y bondad. No es ociosa y está atenta a la marcha de su hogar. Sus hijos y su esposo la alaban. Ella no descansa en encantos y belleza, conoce que el temor del Señor es lo más atractivo.
Apoya a su esposo y aún tiene una vida propia fructífera que dice mucho de ella (Proverbios 31)
Esta es una mujer maravillosa, la clase de mujer que podemos ser solo a través de la capacitación de Dios y de nuestra propia entrega. En resumen es una mujer en quien su esposo puede confiar porque “ella es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida”. Yo creo que el “bien” mayor que una esposa puede hacer por su esposo es orar. ¿lo harás?.
Has esta oracion a solas:
Oración
Señor, ayúdame a ser una buena esposa. Comprendo que no tengo lo que es necesario para ser así si no tengo tu ayuda. Toma mi egoísmo, impaciencia e irritabilidad y tórnalo en bondad, templanza y deseo de sobrellevar todas las cosas. Toma mis viejos hábitos emocionales, forma de pensar, reacciones automáticas, suposiciones rudas y postura de autoprotección y hazme paciente, bondadosa, buena, fiel , gentil y con dominio propio.
Toma la dureza de mi corazón y rompe las paredes con lo que agriete la relación. Dame un nuevo corazón y obra en mi tu amor, paz y gozo (Gálatas 5:22,23). Yo no puedo subir más alto de donde estoy en este momento. Solo tú puedes transformarme.
Muéstrame dónde hay pecado en mi corazón, en especial relacionado con mi esposo. Confieso que a veces he sido poco amable, criticona, he estado enojada, resentida, he faltado el respeto, o no lo he perdonado. Ayúdame a poner a un lado cualquier herida, enojo o desencanto que pueda sentir y perdonarlo como tú lo haces, de forma tal y completa, similar hacia atrás.
Hazme un instrumento de reconciliación, paz y santidad en mi matrimonio. Capacítanos para comunicarnos bien y rescatanos de la trinchera de la separación donde comienzan las realidades del divorcio.
Haz que yo sea para mi esposo la ayuda idónea, compañera, defensora, amiga y apoyo. Ayúdame a crear para él un lugar apacible de descanso para cuando regrese a casa.
Enséñame a cuidar de mi y mantenerme atractiva para él. Hazme una mujer creativa y segura de mi misma, rica de mente, alma y espíritu; una mujer que él pueda presentar con orgullo como su esposa.
Dejo todas mis expectativas en tu cruz. Le quito la carga de que tienen que complacerme en áreas en las que debiera mirarte a ti. Ayúdame a aceptarlo como es y no tratar de cambiarlo.
Comprendo que en algunas cosas él nunca cambiará, pero al mismo tiempo, lo dejo libre para que cambie en aquellas cosas que nunca pensé que podría hacer.
Dejo cualquier cambio que sea necesario, que sea hecho por tus manos y acepto que ninguno de nosotros es perfecto y nunca lo seremos. Solo tú, Señor, eres perfecto y pongo mis ojos en ti para que nos perfecciones.
Enséñame a orar por mi esposo y haz de mis oraciones un verdadero lenguaje de amor. Donde el amor ha muerto, crea un nuevo amor entre nosotros.
Muéstrame, lo que el amor incondicional es en realidad y cómo comunicarlo de forma que él lo perciba con claridad. Trae unidad entre nosotros para que podamos estar de acuerdo a todas las cosas (Amos 3:3) Que el Dios de la paciencia y el consuelo nos conceda que tengamos el mismo pensamiento el uno hacia el otro de acuerdo a Cristo Jesús (Romanos 15:5).
Has de todos nosotros un equipo, que no busquemos vida separadas, competitivas o independientes, sino más bien trabajando juntos, sin estar atentos a las faltas de cada uno y las debilidades para el bienestar del matrimonio. Ayúdanos a buscar las cosa que dan paz con las que podemos estar “en armonía y que no haya divisiones entre nosotros sino que nos mantengamos unidos en un mismo pensamiento y en un mismo propósito” (1 Corintios 1:10)
Oro para que nuestro compromiso contigo y del uno para el otro crezca fuerte y con más pasión cada día. Capacítalo a él para que sea la cabeza del hogar como tú lo creaste y muéstrame cómo apoyarlo y respetarlo a medida que él asciende al puesto de liderazgo.
Ayúdame a comprender sus sueños y ver las cosas desde su perspectiva. Revélame lo que él desea y necesita y muéstrame los posibles problemas antes que estos surjan. Sopla tu vida en mi matrimonio.
Hazme una nueva persona. Señor. Dame una perspectiva fresca, un punto de vista positivo y una relación renovada con el hombre que tú me has dado.
Ayúdame a verlo con ojos nuevos, nueva apreciación, nuevo amor, nueva compasión y nueva aceptación. Dale a mi esposo una nueva esposa y déjame ser ella.
HERRAMIENTAS DE PODER
Por eso les digo, crean que ya han recibido todo lo que están pidiendo en oración y lo obtendrán. Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados. Marcos 11:24-25
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llaman, se le abre. Mateo 7:7-8
Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros. El que es sabio tiene gran poder y el que es entendido aumenta su fuerza. Proverbios 24:3-4
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Gálatas 6:9
ESTUDIO Y TRABAJO PERSONAL
Lee Lucas 10:19, subraya y responde: No tienes autoridad sobre tu esposo, pero sobre quién tienes autoridad?
Sientes que estás enojada, herida, desilusionada con tu esposo o que no puedes perdonarlo? Escribe porque, aunque tengas buenas razones para sentir lo que sientes, confiesa esos pensamientos negativos como pecados y pídele a Dios que te libere de ellos. Esto te permitirá limpiar tu corazón y ver más pronto las respuestas a tus oraciones.
Alguna vez sientes que no tienes deseos de orar por tu esposo? explica porque. Escribe una oración y pídele a Dios que te ponga los deseos de orar por el. Puede que cuando hagas esto aun no tengas ganas de orar por él, pero sigue persistiendo cada día.
¿Hay algo por lo cual debas pedirle perdón a tu esposo? Pídele a Dios que te muestre algo de lo cual necesitas arrepentirte (una actitud, una acción, un descuido, etc.) A medida que te los revela, escríbelos. Escribe una oración y pídele a Dios que te dé el valor y la fuerza y humildad para pedirle perdón y para comunicarle tu deseo de cambiar.
No puedes ver a tu esposo como un hijo de Dios? Escribe una oración y pídele a Dios que te ayude a ver a tu esposo a través de sus ojos.
Lee efesios 5:33 y subraya en tu Biblia. Existe alguna área en donde tú le hayas perdido el respeto a tu esposo? ¿En cuál? Escribe una oración y pídele a Dios que te revele las maneras en que le puedes haber demostrado falta de respeto. A medida que te revele confiesalas a Dios.

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